lunes, 9 de marzo de 2009

Los niños indigos



En el contexto de la Nueva Era el término niños índigo se refiere a niños que presumiblemente representan un estado superior de evolución humana. Entendiéndose evolución en un sentido general de avance espiritual, ético y mental y no tal cual lo definió Charles Darwin (mutación y selección por sobrevivencia del más apto). Empero fuera del New Age este fenómeno no se ha podido demostrar de ninguna forma, y se asocia habitualmente a reacciones paternales ante el estado de la pedagogía/psiquiatría moderna; una de las causas aducidas más frecuentes es el pánico moral ante la terapia psiquiátrica medicamentosa en niños. O el rechazo del diagnóstico de psicopatologías de nuevo cuño o polémicas, cuando éstas son adjudicadas a los hijos, especialmente la hiperactividad, el autismo y el síndrome de déficit de atención.
La naturaleza descrita de los niños índigo y sus atributos varían según la corriente de los seguidores de la Nueva Era: algunos sostienen que estos niños poseen habilidades paranormales tales como la capacidad de leer la mente, mientras que otros afirman que lo que diferencia a un niño índigo de uno que no lo es son rasgos más convencionales, tales como una mayor empatía o una creatividad incrementada. El término "índigo" en sí se refiere a la creencia de que estos niños tienen un
aura del mencionado color.




Orígenes
El término "niños índigo" se origina en el libro del año 1982 "Understanding Your Life Through Color (Comprendiendo tu vida a través del color)" de Nancy Ann Tappe, una autoproclamada psíquica y
sinestésica que afirma poseer la habilidad de percibir el aura de las personas. De acuerdo a sus escritos, comenzó a notar que muchos niños estaban naciendo con auras color índigo hacia finales de la década de 1970. A principios del siglo XXI, Tappe estima que el 97% de los niños menores de diez años y el 70% de los que tienen entre 15 y 25 son "índigo".
La idea de los niños índigo fue más tarde popularizada por el libro de 1998 "The Indigo Children: The New Kids Have Arrived (Los niños índigo: los nuevos chicos han llegado)", escrito por el matrimonio y equipo formado por Lee Carroll y Jan Tober. Carroll insiste en que el concepto se obtuvo a través de
las conversaciones con una "energía maestra angélical" a la que él denomina Kryon.






Características
Según los seguidores de la Nueva Era, los niños índigo poseen características tales como una mayor intuición, espontaneidad, rechazo a una moralidad estricta y una gran imaginación, añadiéndose frecuentemente también a tales capacidades ciertos dones paranormales, o poderes sobrenaturales como la
telequinesis, la clarividencia o la capacidad de sanación. También se afirma que estos niños poseen un fuerte sentimiento de que deben hacer una diferencia significativa en el mundo y se encuentran naturalmente inclinados a temas relacionados con la espiritualidad, el ocultismo y el esoterismo.
El término "niños índigo" no es aceptado por la pedagogía, psiquiatría o psicología dado que no se ha podido demostrar su existencia de modo concluyente. Expertos en psiquiatría afirman que la Nueva Era aún debe producir evidencia empírica acerca de la existencia de este tipo de niños. El psiquiatra especialista en niños
Russell Barkley sostiene que los diecisiete rasgos más comúnmente atribuidos a éstos son tan vagos que "podrían describir a la mayoría de la gente la mayoría del tiempo", aduciendo que bien podría tratarse del fenómeno psicológico conocido como "efecto Forer". Se ha indicado también que etiquetar a un niño revoltoso como "índigo" podría retrasar el diagnóstico y el tratamiento que podrían ayudarlo.
Algunos pedagogos y psiquiatras han señalado que la creciente inhabilidad de los sistemas educativos de tratar con la agresividad y espontaneidad de algunos niños y niñas podría haber forzado a algunos padres de niños diagnosticados, a veces erróneamente, como "hiperactivos" a acudir con los proponentes de estas teorías alternativas, al recibir de éstos la atención y escucha que les serían negadas en las instituciones educativas y sanitarias. De este modo, afirman que la existencia de los niños índigo se trataría en realidad de una reacción de "
rebeldía" de los padres hacia sistemas educativos autoritarios que restringen las conductas expansivas del infante, al premiar la pasividad y el conformismo y fustigar la creatividad.
Otros escépticos opinan que esta suerte de "superioridad" atribuida a los niños índigo es nociva para el desarrollo de los infantes hiperactivos, cuya necesidad más urgente es aprender a convivir con los demás, así como de obtener atención y apoyo parentales y del entorno. Esta variante de las supuestas propiedades de los Niños Índigo tiene componentes racistas y discriminatorios.












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